El Burrito -de penal- y Calleri, los goles. Orion vio la roja en el PT por un absurdo cabezazo y Sara puso en peligro su titularidad. Enorme Cubas. No entró Osvaldo.
No fue el día Osvaldo. Los botines cool del rockstar deberán esperar al jueves. Fue el día Orion y su absurda expulsión; el día Sara y la confirmación de que el arco de Boca no tiene dueño. Fue, sobre todo, el día Cubas. Ganó Boca, otra vez, como ya es costumbre en 2015. Vélez, Olimpo, Palestino y hoyTemperley. Boca crece al ritmo de las victorias.
A los 6 nomás se salvó Temperley. Buen desborde de Marín, clásico centro atrás, Meli controló como pudo y Boggino la sacó en la línea. Fue más punzante Boca. Le costó afirmarse en la cancha del Celeste, pero se las rebuscó para llegar a Crivelli. Pablo Pérez sacó un zurdazo bien tapado por arquero local, Burdisso cabeceó solo y desviado... Boca llegaba a pesar del duelo áspero que proponía el equipo de Rezza.
Con Lodeiro como titular y sin Gago, el uruguayo fue quien tomó la batuta creativa. Ya había tenido unos minutos contra Olimpo y Palestino con interesantes aportes y anoche volvió a tener una actuación positiva.El ex-Corinthians le metió un pase quirúrgico a Meli, Crivelli lo volteó (¿no era para roja?) y el Burrito Martínez lo canjeó por gol desde los doce pasos. Enseguida apareció Orion, como contra Olimpo, y tapó una clave, esta vez a Brandán.
Boca tenía el trámite bien rumbeado, pero Temperley no se resignaba a atacar. Dinenno armó una apilada bárbara por izquierda, desairó al Cata y Burdisso, en su afán de cerrar, casi la mete en contra de no haber sido por el pie de Orion. 
Ese Orion que te cierra el arco en partidos clave y te empuja al equipo con su voz de mando desde el fondo; el Orion con experiencia en el ámbito local e internacional con diferentes clubes y el Seleccionado, ese Orion es el que le pegó un sutil –o no tanto- cabezazo a Dinenno y dejó a Boca con diez. En 14 años como profesional, fue la primera roja que vio el arquero de Boca. 
Con Trípodi de suplente, no había sombra para Orion; con Sara, ex-Betis y de gran rendimiento en el verano, el arco no tiene dueño vitalicio. Sara entró y cumplió: le tapó una pelota bravísima a Vilchez sobre el poste derecho y un remate potente a Dinenno. 
El Xeneize sintió el desgaste del hombre de menos, acumuló amarillas y Temperley, sin ser del todo claro, le llenó el área de centros. Pudo haberlo empato, pero Boca lo aguantó con carácter y algo de fortuna. 
El broche de oro se lo puso Calleri. Siempre voluntarioso, explosivo, solidario y físico, a veces algo apresurado y víctima de su propio vértigo, el ex-All Boys demostró que también puede congelar la mente y definir con categoría con una cucharita deliciosa sobre Crivelli. 
Ganó Boca. El rodaje le dará vuelo. Sobran síntomas para creer que lo tendrá. 

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