El Taladro dominó el partido, pero no pudo hacer valer la superioridad numérica y el Gasolero le ganó sobre el final con un tiro libre de Dinenno.
El Banfield de Matías Almeyda iniciaba en su estadio una nueva campaña, con la ilusión de empezar a darle forma con títulos a un proyecto a largo plazo basado en la idea futbolística de su entrenador. Enfrente estaba Temperley, cumpliendo el sueño de regresar a Primera División después de dos ascensos consecutivos en un año difícil de imaginar para los dirigidos por Ricardo Rezza.
En el duelo de Zona Sur, fue el Taladro el que arrancó como dominador. Con Mauricio Cuero como su principal referencia de ataque -estrelló un remate en el travesaño- y buenas combinaciones de sus mediocampistas, los locales comenzaron a ser cada vez más incisivos y pudieron haberse ido en ventaja al descanso. Por el lado de la visita, sólo algunos destellos de Fernando Brandán le permitieron acercarse al arco rival.
Antes de que finalizara la primera mitad, Gastón Aguirre se fue expulsado por una dura entrada sobre Nicolás Bertolo y todo se hizo cuesta arriba para el Gasolero, que se dedicó a partir de entonces a cuidar el cero en su arco y tuvo en Federico Crivelli a su principal figura.
En el complemento, la tendencia se acentuó y Banfield llevó las acciones cada vez más cerca del arquero celeste, pero la ineficacia en los metros finales volvió a jugarle una mala pasada al equipo del Pelado. Crivelli fue imbatible y, antes del cierre, los de Turdera tuvieron su única oportunidad a través de un tiro libre de Dinenno, que no perdonó: el juvenil ex-Racing acomodó la pelota contra el palo de Bologna y decretó el 1-0.
Arregui también vio la tarjeta roja y la hazaña de Temperley, que terminó con nueve futbolistas en cancha, se concretó mientras sus dirigentes festejaban en las cabinas del Florencio Sola una vuelta a la máxima categoría que resultó mejor de lo esperado.
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