“Los Andes no hizo nada para empatar ni ganar”
El clásico fue parejo y no hubo un ganador. En el Eduardo Gallardón brindaron un buen espectáculo, pero la visita no quedó conforme con el punto, después de haberse puesto en ventaja. “El gol ha sido muy especial”, manifestó Fernando Brandán. Mañana, Temperley recibirá a las 19 a Flandria.
Temperley estuvo cerca de adueñarse del clásico, pero una vez le faltó la puntada final. Llegó a ponerse en ventaja en la primera mitad, sin embargo en el segundo tiempo empató Alejandro Noriega. Con el sabor amargo de no haberse podido quedar con los tres puntos, mañana recibirá a Flandria desde las 19.
Fernando Brandán vivió de una manera especial el duelo en el Eduardo Gallardón: ““Poder hacer un gol en mi primer clásico ha sido muy especial. Estoy muy contento y más porque sirvió, que es lo importante. Cuando la pelota entró, tenía más ganas de colgarme del alambrado que de gritarlo. Se escuchó el estallido de los nuestra gente (compañeros, banco de suplentes y los 80 allegados que asistieron) y el silencio total de Los Andes. Definí con el corazón”, aseguró.
El goleador (suma cuatro tantos en el campeonato) quedó satisfecho con el planteo del equipo, que fue superior por momentos, y catalogó de injusto el empate. Temperley estiró a siete los partidos sin perder.
“A Los Andes pocos le han convertido y nosotros pudimos hacerlo y merecimos más. Temperley ganó las divididas, jugó como un clásico. Ellos solo tuvieron como posibilidad concreta real la del gol. El resto fueron insinuaciones. No hizo nada para empatar ni ganar. Ahora, todos se van a dar cuenta que deben apretarlos”, señaló.
Y agregó: “Nuestra gente nos han reconocido lo hecho. El balance del partido es muy bueno, pese a que no pudimos ganar. Estamos bien, para pelear. Nos dio un envión anímico”, aseguró.
Dieron un muy buen espectáculo, pero lo ocurrido sobre el final empañó lo hecho. Tras la expulsión de Cristian Quiñonez, se armó un tumulto en el centro de la cancha, que no pasó a mayores. Después de diez minutos de incidentes, el encuentro solo tuvo lugar a una jugada más.
“Fue una lástima lo que pasó. Hay jugadores que llevan la euforia de las tribunas al campo de juego. (Oswaldo) Blanco se equivocó, no podés agitar al público por una picardía propia. No está bien para nada. Simuló que Quiñonez le pegó un codazo, cuando no fue así, y luego lo festejó desmedidamente. También debió ser expulsado”, reclamó el ex Quilmes.
Con poco tiempo para recuperarse, el Gasolero regresó ayer por la tarde a los entrenamientos con la mente puesta en Flandria, conjunto al que enfrentará el miércoles. Con la posibilidad de quedar como único puntero (está a dos de Atlanta), buscará los tres puntos contra los de Jáuregui.
“Sería fundamental ganarle a Flandria. Queremos agarrar la punta y no soltarla más. Ojalá el hincha tenga una alegría y se vaya feliz a la casa”, concluyó.
Fernando Brandán vivió de una manera especial el duelo en el Eduardo Gallardón: ““Poder hacer un gol en mi primer clásico ha sido muy especial. Estoy muy contento y más porque sirvió, que es lo importante. Cuando la pelota entró, tenía más ganas de colgarme del alambrado que de gritarlo. Se escuchó el estallido de los nuestra gente (compañeros, banco de suplentes y los 80 allegados que asistieron) y el silencio total de Los Andes. Definí con el corazón”, aseguró.
El goleador (suma cuatro tantos en el campeonato) quedó satisfecho con el planteo del equipo, que fue superior por momentos, y catalogó de injusto el empate. Temperley estiró a siete los partidos sin perder.
“A Los Andes pocos le han convertido y nosotros pudimos hacerlo y merecimos más. Temperley ganó las divididas, jugó como un clásico. Ellos solo tuvieron como posibilidad concreta real la del gol. El resto fueron insinuaciones. No hizo nada para empatar ni ganar. Ahora, todos se van a dar cuenta que deben apretarlos”, señaló.
Y agregó: “Nuestra gente nos han reconocido lo hecho. El balance del partido es muy bueno, pese a que no pudimos ganar. Estamos bien, para pelear. Nos dio un envión anímico”, aseguró.
Dieron un muy buen espectáculo, pero lo ocurrido sobre el final empañó lo hecho. Tras la expulsión de Cristian Quiñonez, se armó un tumulto en el centro de la cancha, que no pasó a mayores. Después de diez minutos de incidentes, el encuentro solo tuvo lugar a una jugada más.
“Fue una lástima lo que pasó. Hay jugadores que llevan la euforia de las tribunas al campo de juego. (Oswaldo) Blanco se equivocó, no podés agitar al público por una picardía propia. No está bien para nada. Simuló que Quiñonez le pegó un codazo, cuando no fue así, y luego lo festejó desmedidamente. También debió ser expulsado”, reclamó el ex Quilmes.
Con poco tiempo para recuperarse, el Gasolero regresó ayer por la tarde a los entrenamientos con la mente puesta en Flandria, conjunto al que enfrentará el miércoles. Con la posibilidad de quedar como único puntero (está a dos de Atlanta), buscará los tres puntos contra los de Jáuregui.
“Sería fundamental ganarle a Flandria. Queremos agarrar la punta y no soltarla más. Ojalá el hincha tenga una alegría y se vaya feliz a la casa”, concluyó.
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