jueves, 24 de octubre de 2013

CLARÍN - SOBRE LOS INCIDENTES DE VIOLENCIA EN LOS ANDES 1 / TEMPERLEY 1 - 22/10/13

DEPORTES


VIOLENCIA EN EL FÚTBOL

Ahora las peleas van más allá del choque entre barrabravas

POR MATÍAS BUSTOS MILLA

En el fin de semana jugadores de Boca y Godoy Cruz protagonizaron un escandaloso final en Mendoza. El técnico de Quilmes golpeó a un plateísta. Y agredieron a dirigentes de Temperley.
A los empujones. Alexis Castro, Jorge Curbelo y Emmanuel Gigliotti se pelean en el final del partido entre Godoy Cruz y Boca, el domingo, en Mendoza./ marcelo carroll / ENVIADO ESPECIAL

22/10/13
La violencia en el fútbol va mucho más allá de los barrabravas. En medio del caos en el que se desarrolla el fútbol argentino, la pelota, esa que debería ser el centro de atención de cada domingo, hace rato quedó a un costado. Y es que en tiempos recientes, los protagonistas dejaron de ser ajenos a la violencia, esa que sólo parecía encontrar espacio fuera del campo de juego, y se volvieron partícipes.
Para encontrar ejemplos, alcanza con ver lo que pasó el fin de semana en varios polos. Desde Mendoza con la gresca entre jugadores y en las tribunas, en Lomas de Zamora, con golpes también dentro y afuera de la cancha (con dirigentes de Temperley agredidos por hinchas de Los Andes), o en Quilmes cuando Nelson Vivas golpeó a un plateísta tras el partido. Claro, todo esto no son más que muestras de una intolerancia general y social.
En Mendoza, Boca y Godoy Cruz terminaron un partido de fútbol con futbolistas pegándose trompadas dentro de la cancha y en la zona de vestuarios. ¿Los motivos? Un juego con roces, excesos verbales y errores arbitrales, sumados a la excusa: “las pulsaciones altas”.
Pero esta vez, la gresca del final también contagió al público, que terminó arrojando butacas y recibiendo, en consecuencia, disparos de bala de goma de parte de la Policía mendocina, que primero no previno y después reprimió. Antes, ya habían agredido a Rolando Baldasso, ministro de infraestructura de Mendoza, y al juez federal Walter Bento, porque festejaron el gol de Boca en la platea local.
Un detalle: si bien desde el Gobierno se insiste en la prohibición para la asistencia de las parcialidades visitantes (pese a que todas las muertes que se registraron en el año relacionadas al fútbol se dieron por internas de barras del mismo club) en Mendoza hubo más de diez mil hinchas de Boca, ya que se burló la reglamentación con la implementación de la figura del “hincha neutral”. Consultado por Clarín, el presidente de Godoy Cruz, José Manzur, insistió en que “no hemos vendido entradas neutrales, sólo vendimos para hinchas de Godoy Cruz. Ocurre que cuando una persona saca una entrada no se le pregunta de qué cuadro es”. Las camisetas azules y amarillas y el “Dale Boca” que gritaron durante todo el partido desde una tribuna desmintieron a Manzur.
Como castigo por su mal arbitraje, el juez del partido, Pedro Argañaraz, no fue designado para la fecha que comenzará esta noche. Y mañana, el Tribunal de Disciplina de la AFA dará a conocer las sanciones paraPablo Ledesma, Matías Caruzzo, Jonathan Ramis y Jorge Curbelo, cuatro de los futbolistas informados por el árbitro que declararán esta tarde y que recibirían una fecha de suspensión.
“Lo que pasó fue un papelón. Boca tiene que salir en los diarios por lo futbolístico y no por esto. Los dirigentes, los futbolistas y los técnicos tenemos que bajar otro mensaje.
En el país se vive un ambiente de mucha violencia y locura en el que el fútbol no está exento”, reflexionó ante Clarín el presidente de Boca, Daniel Angelici.
“Sentí bronca con lo que pasó en Mendoza. Si se le venden entradas a los hinchas neutrales se le está vendiendo al visitante. Y eso está prohibido”, manifestó Aníbal Fernández, presidente de Quilmes. Aunque en su propio club, el senador kirchnerista vivió otro papelón.
El viernes, tras el partido con Atlético de Rafaela, Nelson Vivas (por entonces DT) se metió en la platea local y golpeó a un socio de Quilmes con el que había intercambiado insultos durante el juego. “Bregamos por todos los medios bajar la violencia y él no puede cometer un error de esas características. Para el técnico, el político y la Policía la puteada forma parte de la vida; si vamos a andar reaccionando así uno no tiene temple. Fue un espanto lo que ocurrió”, resaltó Fernández, que ayer decidió echar al entrenador. “Esta persona me dijo todas las barbaridades que se pueden decir. Me invitó a que lo espere después del partido para pelear. Me acerqué, intentó agredirme y me defendí”, admitió Vivas.
Al mismo tiempo que en Mendoza se armaba el escándalo entre Boca y Godoy Cruz, en Lomas de Zamora se tuvo que suspender el partido que entre Los Andes y Temperley porque ambos planteles se tomaron a golpes de puño a dos minutos del final. El contexto fue el mismo: un clima hostil y un arbitraje también polémico. La historia terminó con barras de Los Andes en el campo de juego y con agresiones a dirigentes de Temperley en la platea local.
En Rosario, horas antes, Maximiliano Rodríguez prefirió festejar su gol ante Rosario Central con un gesto provocador (puso sus manos en las orejas como queriendo “escuchar” a la gente) hacia el público local.
Todos hechos violentos del fútbol argentino, ese en el que ahora los protagonistas también se pelean y dejan a la pelota en otro plano.

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