FERNANDO BRANDÁN:
LO BUENO VIENE EN FRASCO CHICO
Fernando Brandán fue la gran figura del partido ante Fénix y
la gente se ilusiona con lo que pueda hacer este volante de apenas 165 centímetros .
“Hacer un gol así, y que haya sido tan importante, es emocionante”, dijo el
jugador surgido de Quilmes.
Con algunas pinceladas y toques que dejan entrever que es de
los denominados “distintos”, Fernando Brandán consiguió cautivar al pueblo
Celeste con su juego. En apenas dos partidos logró meterse al hincha en el
bolsillo y ya lo adoptaron como el nuevo “niño mimado” de este plantel. El
mediocampista surgido de Quilmes dejó su sello y logró que en una noche la
gente se rompiera las manos para aplaudirlo. Eso lo consiguió con toques
distintivos y con una exquisita definición para anotar su primer gol con esta
camiseta.
El trata de ser uno más de este grupo, de no creerse que es
una pieza clave de este equipo y no cargarse de dicha presión. Brandán
reconoció que trata de “estar al margen de la presión” que puede llegar a
generar ser el responsable de la creación de juego. “Me siento bien física y
futbolísticamente, integro un grupo hermoso dentro y fuera de la cancha, así
que estoy feliz. Todos se matan en cada partido y eso disminuye la presión en
mí. Tengo la confianza del cuerpo técnico y de los compañeros. Siempre voy a
dar el máximo. No le tengo miedo a nada”, dijo después del partido.
Ante Deportivo Merlo le tocó jugar como volante por la
derecha, ante el “Cuervo” de Pilar se posicionó delante de la línea de
volantes. No tiene problema de jugar por la derecha o por el centro, pero si
debe elegir dónde se siente más cómodo se inclina por la posición de enganche.
“Siempre me siento más cómodo jugando de diez, sin centrarme tanto en otras
obligaciones. Tengo muchísima libertad. Igual, puedo jugar por muchos lados. Me
gusta recuperar el balón”, manifestó.
Primero apeló al sacrificio, recuperando la pelota en campo
propio, después se quedó con el balón de guapo, ya que intentó pasar por entre
los defensas y se llevó el balón a los ponchazos, y después sacó a relucir toda
su categoría con una exquisita definición para anotar el segundo gol del Cele.
“Sentí que la gente se levantó. Yo sabía cuando arranqué que
tenía el arco lejos, a 25
metros . Pero
agaché la cabeza, pude seguir, corrí mucho, trabé y llegué. De antemano
pensaba definir así. Me sentí confiado”, contó el ex Rivadavia de Lincoln.
Y de inmediato, reconoció la emoción que le generó eso.
“Hacer un gol así, y que haya sido tan importante, es emocionante. Más de
local, vistiendo la camiseta de un club grande, debutando en el Beranger. Hoy,
uno se levanta la sonrisa sigue”.
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