lunes, 6 de mayo de 2013

TODO X TEMPERLEY - REFLEXIÓN TRAS EL EMPATE DE TEMPERLEY - 5/4/13



INEXPLICABLEMENTE TIMORATO


Con una actuación deslucida, un Temperley inexplicablemente timorato empató con un flojísimo Defensores de Belgrano,  desaprovechando una nueva oportunidad para sumar más puntos pensando en el Reducido.

En el Bajo Núñez no hubo diferencias entre un equipo que busca un lugar para lograr el segundo ascenso a la B Nacional y el último del torneo. Un Temperley híbrido, temeroso y escasamente ofensivo no pudo superar a un equipo con grandes limitaciones, pero que –de no mediar tres brillantes intervenciones de Crivelli- hasta podría haber ganado el partido.

El Celeste no encontró nunca el rumbo, básicamente porque no tuvo brújula. Pelotazos sin destino, la imposibilidad de dar dos pases seguidos y el paupérrimo nivel de algunos  jugadores (Pansardi, Montenegro), imposibilitaron que el visitante esbozara en el campo algo parecido a una línea de juego. A la falta de ideas en el medio (donde sólo se rescata la buena actuación de Giménez) se sumaba la impericia ofensiva, con delanteros que, al no ser abastecidos, bajaban a buscar la pelota y se amontonaban con los volantes.

Con el correr de los minutos llamó la atención la falta de decisión de Temperley para caerle encima (aunque más no fuera con personalidad, con garra, con ambición) a una defensa endeble, carente de otro recurso que no fuese tirar la pelota afuera de la cancha o pegarle de punta para arriba.

En medio del enorme bostezo que fue este partido, hubo algunas oportunidades claras para ambos equipos. Campodónico erró un gol increíble frente al arquero Calviño, y un pelotazo de Manzanares (que tenía destino de red) se estrelló en el pecho de un defensor rival. Crivelli, por su parte, le sacó una a Maraschi (el mejor jugador del local) en el primer tiempo, y un mano a mano sensacional al mismo jugador sobre el final del partido, además de mandar al córner un taponazo al ángulo de Fioretto.

Esta vez Aníbal Biggeri fue conservador con los cambios. Decidió no quemar las naves para buscar el triunfo y el resultado fue un tibio empate que, como se dijo, pudo ser derrota si Crivelli no salvaba la jugada del final.

Un panorama poco halagüeño para un equipo que no consigue ganar de visitante y que acaricia pretensiones de entrar al denominado G4.


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