sábado, 14 de julio de 2012

EL RESALTADOR - ENTREVISTA A LECCHI SOBRE TEMPERLEY

Ojalá mis hijos tengan la suerte de ver al Cele en primera

  • SIN DUDAS QUE EL CINE ES UNA PASIÓN.
lecchi
Un director tiene toda la adrenalina cuando presenta un proyecto, se lo aprueban y se pone en marcha la filmación hasta llegar al día maravilloso del estreno de su película.
Bueno, en el caso de Alberto Lecchi, cineasta quien tiene en su haber reconocidos filmes como "Perdido por perdido", "Nueces para el amor", "El juego de Arcibel", "El dedo en la llaga", "Secretos compartidos", "Operación Fangio" y "Una estrella y dos cafés", además se suma el fútbol.
Desde hace muy poco tiempo, y luego de ser uno de los más fervientes hinchas de su querido Temperley, Alberto se dejó convencer y se decidió a formar parte de la actual comisión directiva. Junto al presidente Hernán Lewin, Lecchi, como flamante vice, está dispuesto a ponerse el club al hombro y orden en el caos que dejara la banda de Morrone.
"Mi historia con Temperley comienza de forma muy particular. De chico vivía a seis cuadras de la cancha de Los Andes, en Lomas de Zamora, pero mi abuelo fue arquero de Temperley, de  1928 al ´30. Cuando comenzó el profesionalismo lo quisieron vender a Racing y él no quiso, así que dejó de jugar y nunca más pisó una cancha. Entonces la que me llevaba a ver los partidos era mi abuela. Nos sentábamos en unos banquitos que había al lado del alambre de la platea junto a otras señoras. Así comenzó mi amor por la celeste".
El Gasolero trajo algunos problemas familiares, "Mi papá era hincha de River así que, cuando tenía más o menos once años tuve que hacer un trato con él: los domingos lo acompañaba al
Monumental, pero el sábado me llevaba a ver a Temperley de visitante ya que con mi abuela sólo iba de local. Una de las alegrías más grandes que vivimos fue cuando regresamos de Junín en el ´74, con el ascenso a primera después de igualar con Unión de Santa Fe, con gol de Di Bastiano. Me abracé con mi abuela, que era ya mayorcita, y juntos lloramos de felicidad. Hoy me parece tan lejos todo eso. Mi deseo es que mis hijos puedan revivir esa alegría de verlo al Cele en primera y abrazarnos como hice yo con mi abuela".
Las anécdotas continúan. "En el 1973, en Santa Fe, el partido se suspendió para el día siguiente, y nosotros nos habíamos quedado sin plata. Nos quedamos en un bar, pero terminaron  echándonos a la calle. Entonces Colón Fernández (recordado ya fallecido buen presidente celeste) nos permitió entrar al micro de los jugadores, donde dormimos. Vimos el partido y regresamos con ellos. Fue inolvidable, como también ver jugar a Alejo Escos, Magalahes, Vitulano, Di Bastiano, Corbalán, que tantas alegrías nos dieron".
Un desafío diferente
Además de su trabajo como cineasta y de la dirección de capítulos para Polea, el tiempo de Lecchi vuelve a dividirse.
"Te soy honesto. No estaba en mis planes formar parte de la comisión, pero un amigo que ayuda mucho al club, me convenció. Entonces decidí involucrarme. Con Hernán (Lewin) pasó lo mismo, con la salvedad que si mi trabajo me lo impide, pido licencia. De todos modos te cuento que aunque dije que iba a andar por el club una vez por mes, estoy yendo tres veces por semana. Todo eso te lo marca la pasión que tiene el fútbol, un fanatismo sano y hermoso, más allá de las rabietas que te podés agarrar porque te enterás de chanchullos o matufias, y, sin embargo, llega el sábado y vas a ver a tu club. Sufrís, festejás y gritás por el Cele. Es algo natural para mí, que lo supera todo".
-¿Y ahora en tu etapa como dirigente cómo asumís ese desafío?
"Mirá, ocurre algo, que es un mérito muy grande de Morrone: la gente se une para sacar al club adelante después del desastre que dejó. Si bien él ganó las elecciones con un alto porcentaje, lo
desaprovechó y ahora nuestra meta es pagar todo lo que se debe. Es como empezar de cero".
A pesar de que en la institución se practican toda clase de deportes, el fútbol es lo primero: "Había dos propuestas: una, participar del campeonato con tres o cuatro jugadores de experiencia, moción que yo apoyé. La otra, armar un equipo competitivo y pelear lo más arriba posible. Esta es la que ganó,   porque mirando la tabla de posiciones tenemos que estar entre los seis primeros para salir a flote".
Este año Temperley festeja sus primeros 100 años, "está trabajando todo el mundo, los pibes del centenario unidos, la subcomisión de obras y las peñas. De hecho la falla de Morrone
estuvo en la falta de gestión. Nosotros trabajamos en equipo".
Personalmente, Lecchi está abocado a todo lo que sea social y edilicio: "Aspiro a un diseño arquitectónico de larga duración. Quiero obras que queden y no se hagan en forma provisoria. Soy muy testarudo como director y en esto también. Mi misión es que el club vuelva a tener la fuerza que tuvo hace años".
Detallando su parte en el asunto, Lecchi nos cuenta: "Encontramos un club en ruinas, con los vestuarios de los futbolistas profesionales que dan vergüenza, y ni te cuento lo que era el del visitante. El gimnasio está lleno de goteras… reconstruirlo sale caro,  pero vamos a hacerlo. Con este poco tiempo de gestión, de los 2 millones y poco más de deuda que recibimos, bajamos al millón setecientos. Hay que pagar todo para renacer, no hay otro remedio".
¿Hinchas o cinéfilos?
Sin dudas "Nueces para el amor" es una de las películas más importantes de su carrera. "La presentamos en España, y al otro día se me acercaron tres pibes y me dijeron que, gracias a ella habían hecho hinchas de Temperley. Eso es magia".
El segundo hijo de Alberto se llama Alejandro, por Escos, "durante mi adolescencia fue un jugador que pudo llegar lejos. Me acuerdo que, aunque era un ídolo de Temperley, se fue a jugar a Los Andes, enojado con los dirigentes del club, que no se portaron bien con él".
Volviendo a las fuentes
-¿Cómo se llevan tus dos pasiones: el cine y el fútbol?
"El cine es una profesión inestable. Cuando todo te va bien, es bárbaro, pero cuando no, es angustiante y solitaria. En los fracasos siempre te quedas solo, en eso se hermanan, pero es
lo que elegí".
-¿Qué proyectos tenés?
"Hace dos años que estoy peleando para hacer una película. El esfuerzo es muy grande y se te va en un rato si llega a estar una semana en cartel. Seguramente comenzaré hacia fin de año. Se va a llamar ´Sola contigo´, con Leo Sbaraglia, Gastón Pauls y Ariadna Gil, con quienes me llevo muy bien. Supongo que también va a estar Darío Grandinetti, que se enoja si no lo llamo y Enrique Pinti tendrá una participación. Después la aceptación de la gente es el final de la historia".
Cineasta, hincha fanático y vice del Gasolero, Lecchi tira sin anestesia su frase final: "Hacer cine y que Temperley vuelva a primera y sea un club que no dependa sólo del fútbol es creer en los Reyes Magos. Bueno, yo creo en los Reyes Magos".
 
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